martes, 3 de marzo de 2009

Estoy queriendo entender algo. Pero no.


Enfermo 1 le pregunta a Enfermo 2 cómo corno hace para ser papá (cuestion que debería haberse empezado a preguntar hace fácil veintiun años, ya con la cantidad de "madurez malgastada" que lleva encima). Enfermo Dos no contesta porque abortó la mision. Enfermo Uno se enfada porque dice que no quiere aprender a convivir, que la saturación de las cosas, que el porqué de esta toalla, que mejor la solución es "abortar la mision inabortable"- ya que es medio tarde-. Enfermo Uno sabe como tener plata, sabe como tener un perro, sus fieles amantes, su vida. Enfermo Dos aparenta otra cosa, pero en el fondo sabe que queire lo mismo, los dos matienen una conversación loquisima (digna de enfermos, donde aparece la precariez de sentimiento, el descosuelo y la razón (palabra desconocida por ambos)se vé inundada entre los mares de un egocentrismo que supieron comprar a la vuelta de la esquina. Enfermo Dos lo único que ha aprendido es a mentirse, y todo lo que tenga que ver con alguna aparencia falsa (y no prescicamente porque haya sido la única opción presente, en esos casos nunca es bueno pasarle la culpa a la vida), y el otro que durante todos sus años ha pensando solamente en el mismo, y proyectado su vida por si mismo. Lo contradictorio, o talvez la única parte lógica de esta historia: es que ambos, deciden odiarse por completo.

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