lunes, 30 de marzo de 2009

Córdoba. Y mis cosas cotideanas.


La Ciudad de las Artes, el colectivo que siempre se demora, las 6 cuadras mas eternas de todos los días del año. La mañanita, El olor a papel, a pintura, a pincel. Los alumnos, el barcito impregnado de café y medialunas inconfundibles. El puchito del recreo. La chica de la librería que no sé porqué simpre ha sido tan simpática conmigo. La secretaria que me murmura indirectas porque llegué 15 minutos tarde y la hora de inscripción es hasta las 12 am. No le contesto, de todas maneras ella sabe que me voy a inscribir igual. El profesor pelado y grandote, la profesora renga, el de escultura hablando de sus mil y un proyectos, las-mues-tras, las pinturas de los pasillos. Me asomo al aula 17 y estan todos ahí adentro, pintando, concentrados (y no entro, yo deje color 2 para otra etapa) de alguna u otra manera los extraño a todos ellos, al flaco alto y a la otra flaca alta, Marianita super hiperquinetica a las 8 de la mañana y su vestimenta inconfundible repleta de colores, a la chica esa que es igual a pocahontas, Natacha y sus mil historias con su querido y amado Atilio, Enzo que vive para fumar marihuana y para la escultura y que siempre te dice "vamos a ver los teros", la viejita que vive preguntando cosas innecesarias, esa que no me banco, el unico chico lindo del aula, matias el de las caricaturas increibles, el olor a tinta xilografica de los días de grabado, las manos a la hora de terminar la jornada-no existe nada que las limpie bien salvo el baño integro, pero 2 dias seguidos- La sonrisa inconfundible del compañerismo puro. Del otro lado: los músicos, los fotógrafos, los actores, los diseñadores, todos esos que te cruzas en el camino de vuelta, siempre algun conocido, el teatro, la entrada con los carteles gigantes y siempre hay uno que me llama la atención, el de hoy decía: EFECTO DOMINÓ (y una imagen terrible). El parque sarmiento y su agua verde de regreso, las charlas, la discusion, Enzo siempre entendiendo todos los trabajos mal y Natacha retandolo como una madre "enzo, vos no fumes cuando entres a clase, después te olvidas", la inconfundible Maga, que no se cansa de reirse a carcajadas y de mover los brazos casi todo el tiempo. Guadalupe, que siempre la veo venir a lo lejos medio como arrastrando los pies, a visitarme un rato, a darme charla, a fumarse un pucho conmigo, y que cómo te va? y que no nos vemos hace 3 meses aproximadamente. Que bien se siente volver a todo eso.

1 comentario:

  1. Encima privilegiada. Extraño taaaaanto las mañanas. En mi facu se cursa sólo a la tarde. Mis mañanitas no existen porque tiendo a pasar las noches leyendo cual ñoña empedernida. Me alegro por vos, pues. Siempre es bueno retomar las clases.

    ResponderEliminar